RAMÓN RAMONET RIU

LA "CARA DE JESUCRISTO" DE A. GAUDÍ,

EN EL TEMPLO DE LA "SAGRADA FAMILIA"

(C) Ramon Ramonet Riu ------COLECCION: "REVISIÓN CULURAL" desde /since 1978

(No comecial profit--sin fines comerciales)

INTRODUCCIÓN

FOTO: EL ROSTRO SUBLIMINAL INCLUIDO POR EL ARQUITECTO ANTONIO GAUDÍ


En 1982, observando la fachada más antigua del Templo de la Sagrada Familia de Barcelona (Cataluña-NE. de España) un conocido mío, me explicó que, mientras paseaba a la luz de la luna, descubrió una forma de rostro humano expresado subliminalmente. Obviamente lo atribuyó al talento del genial catalán Antoni Gaudí Cornet (1852-1926), nacido cerca de la ciudad de Reus (Tarragona).

Su descubridor, Pedro Andreu Rico, lo llamó "el Jesús invisible", opinando que se trataba de un premeditado efecto escultórico ingeniado por el genial arquitecto-ingeniero catalán. De serle inspirado por su gran devoción, sería reconocerle mucho más genio de la arquitectura de lo nunca sospechado, puesto que lo sería además de la escultura subliminal. Como fuese, aquella forma de rostro es una porción mínima de su monumental obra del templo expiatorio, todavía en obras. La Sagrada Familia, está ubicado en el centro de Barcelona, y aún así esa forma de cara humana, de gran sutileza ha, permanecido completamente ignorada a través del tiempo, a pesar de haber sido fotografiada quizá más que cualquier otro monumento del mundo. Personalmente, he podido admirar el efecto de la iluminación de color sobre la Fachada del Nacimiento al anochecer de los días antes y después del día de Navidad de 2013, y tuve la habilidad de aguardar a que el foco -que recorría toda la fachada- iluminase exactamente el rostro (arroba a la izquierda).

Sincerándome, paso a exponer mi opinión. No es la dicha habilidad escultórica, lo que me mueve a escribir mi punto de vista, sino la posibilidad de penetrar en los conocimientos más íntimos del genial arquitecto. Yo lo pude descubrir en su faceta de filósofo-hermético. Me referiré, pues, a la filosofía más elevada, la que ha podido cruzar lo siglos desde que se practicó en los Misterios helénicos, báquicos, cabíricos, aleusios. Todos ellos, fuero herederos de los celebrados en el Antiguo Egipto en honor de las divinidades Isis y Osiris, las cuales, siempre y en todas partes, tuvieron por común denominador: ayudar al interesado en prepararse para traspasar a una vida más elevada después de la muerte.

Antonio Gaudí consiguió un efecto muy sabiamente estudiado, al expresar en piedra el rostro fenoménico de Jesucristo, con lo cual ha demostrado más talento en ello que en la construcción del resto del templo de impactantes y genuinas formas. Piénsese que, al ordenar el complicado labrado de las piedras para conseguir un rostro subliminal, Gaudí corría el peligro de ofrecer una burda caricatura. Pero, ni resultando un rostro perfecto de varón, tenía que ser serio y circunspecto, pues no podía permitirse que su aspecto resultase deforme o denigrante. Esculpir el rostro de Jesucristo, para Gaudí fue un reto personal, pues le gustaría presentar a su amado Jesucristo con la máxima dignidad. No vale decir que es una forma casual. La disposición -aparentemente incluso absurda-, de las letras que proporcionan las sombras necesarias, lo acredita como una obra intencionada. Quizá, mantenerlo en secreto, como ha sucedido durante más de un siglo, demostraría que finalmente el gran arquitecto catalán no quedó del todo satisfecho del aspecto final mientras la tuvo montada en su taller.

El "Vanguardismo", nació con una clara intención renovadora. Gaudí se integró por completo al dicho movimiento artístico, y su particular exploración se aprecia en este Rostro de Cristo que hizo esculpir como si fuese una "carga de profundidad" para la devoción de los futuros creyentes. La mejor foto, y también su descripción, aún son los publicadas por su descubridor, siendo en realidad, fruto de una fusión -por transparencia- entre su dibujo hecho a mano, y una foto de la escultura realizada a la luz de la luna por él mismo. El resultado es el Rostro de Jesús, decorando el llamado "Pórtico de la Esperanza" (con la escena del Nacimiento, en su centro). Obsérvese que se consiguió con la sombras de tres sílabas escritas en vertical, donde se lee con dificultad: "sálvanos", porque la letra ese (S) inicial está deformada y muy alta, así como también está situada insólitamente muy hacia la izquierda.

Debajo de este rostro hay una especie de columna estrecha hecha de piedra, que por cierto, recuerda mucho la típica barba curva de una máscara de faraón difunto. Yo la considero muy interesante, además de ello, por el hecho que -por debajo suyo- pasa una persona dentro de una barca. Es difícil de identificarla, porque hay que asociar dos escenas separadas por la aparente "barba de faraón". A la izquierda, el timonel navega sentado, pero al verlo lo primero en que se cree ver es a un penitente arrodillado. Al concentrar mi atención, advertí (a la derecha) la parte delantera de una barca, porque incluye una farol y una cruz. Todo ello es una misma escena, y el timonel, navega sentado transportando una preciosa carga. No es un arca, porque parece un recipiente de considerable tamaño de perímetro circular (tronco-cónico). Contiene muchas semillas o grano; tanto, que llega a formar una punta piramidal considerable. La cruz y la lámpara, resultan ser muy necesarios en la escultura, para identificar, presuntamente a san Pedro, dirigiéndose con su precioso cargamento de fieles hacia el cielo.

Según leo en el libro citado, la idea de Gaudí para los elementos luminosos (como lo es esta escena de la fachada que mira a sol naciente): "(...) debía ser cuidado en sus detalles, porque es el que canta (lease: resalta), mientras que un elemento en sombras puede estar ausente de detalle" (Puig Boada: "El Templo expiatorio de la Sagrada Familia, I").

San Pedro Apóstol, debió de ser el personaje idóneo para ser esculpido sentado, como un nauta que dirige la barca que simboliza la Iglesia católica. Debajo, en el extremo inferior de la que yo llamo "barba faraónica", se incluyó el anagrama de la Virgen María. La estatua del navegante, fuese el santo que fuese, se remodeló para que tuviese las facciones de Gaudí. Con su perfil en piedra, se simbolizaba el homenaje que le rindieron los trabajadores del templo de la Sagrada Familia, después que Gaudí fue atropellado por un tranvía de Barcelona el año 1926.

Incluyo un fragmento de una maqueta policromada de la fachada del Templo que hizo su discípulo J. M. Jujol, en la cual se ve que: antes de morir Gaudí, ya estaba previsto incluir el grupo escultórico comentado. Después de la muerte de Gaudí, el arquitecto J. M. Jujol ya no trabajó más en la Sagrada Familia. Las obras las continuaron los arquitectos Sugranyes y Quintana.

El cuerpo de la escultura fue remodelada por el escultor Llorenç Matamala i Piñol, del barrio de Gracia de Barcelona, quien era su amigo de juventud. Respetó los criterios sobre la ornamentación dictados por Gaudí, pues éste había dicho: "(...) Hay que hacerla de acuerdo con nuestra manera de ser, y que interese tanto a los sabios como a los que no lo son."(Isidre Puig Boada: "El pensament de Gaudí"; Barcelona 2002; p.54). En el mismo libro, se informa de su criterio acerca de las estatuas: "Si el representado es un hombre civil (...) se adaptará a estar sentado en actitud tranquila, tal como conviene a un hombre que podemos llamar de letras" (p.61).

LL. Matamala, por ser buen conocedor del pensamiento más íntimo de Antonio Gaudí, en caso de haber recaído en él la responsabilidad de elegir la temática para recordarlo en una escultura, aún tendríamos una síntesis más exacta del genial arquitecto, No obstante, particularmente yo opino que al morir Gaudí en 1926, la escultura ya estaría terminada, y el rostro de Jesús encima suyo, también. Tan sólo faltaría montarlo en el mismo emplazamiento que Gaudí tenía previsto. Incluso se podría argumentar que su fatal accidente pudo ser debido a que Gaudí, durante muchos días, caminaba por la calle muy abstraído, pensando en su aceptación, y posibles críticas a su "Rostro invisible".

Por otra parte, ya que esta escultura subliminal se nos aparece muy presentable, a pesar de la enorme dificultad de planificarla, cabe preguntarse cuántas modificaciones y ensayos le serían necesarios a Gaudí para conseguir que resultase la imagen de una cara digna de Jesús. Antes de conocer esta imagen, nadie podía haberse imaginado al genial Gaudí experimentando, exhaustivamente los efectos de las luces y de las sombras sobre la burda materia que pretendía esculpir. ¡Cuantas reflexiones filosóficas inspira este tipo de obra escultórica!. A mi, personalmente me revela que Gaudí se inspiró en la contemplación de la montaña de Montserrat, mucho más de lo que él mismo creía.

FOTOS:  FACHADA PRNCIPAL TERMINADA E ILUMINADA; y MAQUETA COLOREADA DEBAJO

INTENSA INSPIRACIÓN DE GAUDÍ EN LA MONTAÑA SAGRADA DE MONTSERRAT EN CATALUÑA

Aunque el dicho experimento de arte subliminal era nuevo para Gaudí, es obvio que (del mismo modo que se había inspirado en aquellos pináculos para diseñar las altas torres del templo), su subconsciente también obtuvo de Montserrat, sin saberlo, una fenoménica imagen de rostro de varón que se aparece también en la santa montaña de Cataluña.

En efecto, en la montaña de Montserrat, el conjunto de todos los cientos de peñascos (10 x 5 Km.) de la sierra catalana, se combinan para ofrecer una imagen nítida del severo rostro de un varón barbudo en posición de ¾ respecto al foco de la cámara. No puede ser una casualidad, ni tampoco lo es el hecho de que el descubierto rostro de Gaudí soporte encima una columna informe, de la cual siempre se ha creído que simboliza el esbelto pico llamado hoy "Caball Bernat" (antes, Carall Venerat), quizá el más emblemático de la peculiar montaña de Montserrat.

En su ensayo, Pedro Andreu recogió de fuentes constatadas: "Como testimonio de la devoción a Nuestra Señora de Montserrat, el pináculo que remata el portal, de 15 metros de altura, es una alegoría a la montaña de Montserrat. Gaudí se inspiró en el mítico pico del Cavall Bernat, que se muestra desafiante, inexpugnable, avanzado en la cara norte del sector oriental de Montserrat. Sostenido por estribos de la misma roca y formando una fantástica gruta, es cruzada por la Barca de San José que pasa por el río subterráneo".

Creo que dicha columna, incluso podría ser la prueba de que la forma de rostro que tiene debajo, no se incluyó como pasatiempo, ni tiene la función exclusiva de decorar la "Fachada del Nacimiento", del templo de la Sagrada Familia. La columna sobre su cabeza, se presta a nuevas reflexiones, las cuales al final estarán de acuerdo con las ideas que hicieron que Antonio Gaudí simpatizase con las asociaciones masónicas de su tiempo. La constante de las asociaciones herméticas siempre ha sido la discreción (por no decir secretismo), porque manejan ideas que no pueden ser explicadas con palabras. Es gracias a los símbolos que se trasmiten alegorías, de la misma forma que la naturaleza expresa sus razones invisibles con forma visibles. Tales formas simbólicas, pueden resultar más afectivas que la oración.

En efecto, la celebración de los Misterios en Egipto y Grecia, celebrados en honor de la divinidad de turno, incluían enseñanzas que conducen hasta más allá del mundo material. En aquellos rituales, se aprendía que, así como el trigo prueba que la divinidad es capaz de alimentar el cuerpo, la misma divinidad ha de ser capaz de garantizar el sustento de cada alma que busca ser una mejor persona. Era, al fin y al cabo, el meollo central de la iniciación,... y quien lo dude, que medite cual sigue siendo el principal misterio de una misa cristiana.

Para las más antiguas mentalidades, la divinidad era tan real que la consideraron como su verdadero padre. Con los años disminuyó entre sus sucesores. La divinidad es como una llama, que se siente menos calor al alejarnos. Por ello nuestros ancestros fueron también más conscientes de su cercanía y comunicación con lo que hoy llamamos su ídolo, pues más que cualquier otra cosa del mundo les proporcionó una base para mejorar su conducta social.

Los ritos de magia simpática "de resurrección", desarrollados en el Antiguo Egipto, por su eficacia fueron posteriormente remodelados por los sacerdotes de los griegos, al venerar al dios Dionisio. Unas ceremonias similares, se pueden leer en los rituales de los Vedas hindúes. En todas partes se trataba de dar certeza de supervivencia eterna a los iniciados. Para lograrlo, los actores escenificaban tantas alegorías como horas tiene el día, para plasmar la muerte y resurrección de Osiris, el "dios del Otro Mundo". El hecho mismo de haberlo parido su madre, la diosa Nut, se simbolizaba con un pilar. Era el segundo nacimiento del recién nacido, porque lo entendían como una resurrección. Antonio Gaudí, sobre la colosal cabeza de Cristo (hoy sin el reconocimiento público que se merece), hizo elevar también un pilar, a modo de coronación.

Daré detalles lo que tienen en común este "Rostro de Jesús" de la Sagrada Familia y la montaña de Montserrat. Primero me referiré a un par de salientes en la parte superior, y a cada lado, de sus cabezas. En efecto, también se ven dos prominencias en la imagen del rostro obtenido de la montaña de Montserrat, mediante la ampliación de una foto de satélite de la NASA. No se trata de una imagen única, en cuestión de súper-rostros detectados en los lugares más sagrados del mundo, pues además otro par de cuernos-antenas (mucho más largos y afilados) se pueden ver también en mi descubierto busto sobre las más altas en Egipto, (las cuales, por estar sobre un casco, puede descartarse que sean orejas. Esta divinidad se debe identificar con Seth, el "dios malo" de los dualistas, y el responsable de la maldad en el mundo. Su símbolo fue un asno. Seth, en las leyendas se asoció a lo pasional y a todo lo irracional. Esta sería otra obra pictórica, o escultórica, aunque se ignore quién, cuándo y por qué fue "dibujada" desde un aparato volador (vean: https://revision-cultural.webnode.es). Comprendan la dificultad semántica para explicar unos semejantes hechos, por lo cual espero ser disculpado por expresarme con palabras que claramente son eufemismos.

En Montserrat, el rostro descubierto (que en vista aérea incluye todo el perímetro de la Sierra), es mucho más quea una simple paleidolia, y debe ser asociado al Dios "bueno", y el Rostro de Jesús de la Sagrada Familia también. Gaudí estuvo al corriente de los rituales que se remontan al Antiguo Egipto y sabía que, al ser resucitado, el dios Osiris pidió a su hijo Horus que lo vengase venciendo al usurpador Seth. Horus así lo hizo, pero después Seth, fue insólitamente liberado por la diosa Isis, debido a lo cual Horus se arrancó la corona de su realeza y en lugar de ella se puso sobre la cabeza un yelmo con cornamenta, o sea, en forma de cabeza de toro. Estos atributos los han lucido en todas partes del mundo, y siempre con la intención de sentirse conectados con la divinidad que residiría en la inmensidad de los cielos (Entre los indios del continente americano, les servían las plumas).

Gracias a mi descubrimiento de una escultura natural con perfil de toro desafiante e inmenso, separada del resto de la sierra de Montserrat, en la vertiente norte de la montaña, ya me atrevo a dogmatizar que la cultura auriñaciense, de la prehistoria de Francia, no fue el origen de místico culto al toro en Egipto, tal como algunos eruditos sospechaban. Nada puede ser más antiguo que la enorme mole del uro (Bos Primigenius) de Montserrat, que cuenta incluso con un proporcionado pedestal. Desde allí irradió su poder y renombre en todas direcciones, llegando a Egipto por los países mediterráneos del Norte de África, tal como siempre se creyó. Fue después, que a orillas del Nilo se desarrolló el místico culto de Osiris y el del toro, cuyos cuernos por cierto, insólitamente, incluso son atributos imprescindibles en la cabeza la diosa Isis. Fueron ideas que los antiguos egipcios importaron, y en agradecido recuerdo del país noroccidental, a los difuntos se les llamó "occidentales".

El totemismo, que acreditó una relación de sangre con los animales, es una creencia tan ancestral que se detectó en todas partes del mundo, y cuanto más antigua se aparece más cruel, pero sin duda fue en el Antiguo Egipto donde el totemismo fue regulado como institución oficial. Son los llamados Misterios, donde superando el carácter totémico, desarrollaron lo alegórico buscando la verdadera luz. Su magia fue en realidad un gran deseo de conocimientos. Una vez aceptado por el dios Ra, el neófito emprendía simbólicamente la navegación por el mundo subterráneo en la llamada "Barca del Sol" porque en ella gozaba de la visión de su refulgente gloria.

Eran el propósito y la intencionalidad, lo básico para conseguir transmutar en realidades con la magia. Es imprescindible el símbolo adecuado, ya que puede abrir la inteligencia a las cosas divinas. En este sentido, Antonio Gaudí nos lo proporcionó con su secreta imagen de la Cara de Jesús. Pero debajo, mediante otra alegoría escenificada, ocultó conocimientos referentes a la semilla y el grano. Son antiguas creencias, desarrolladas imaginando la vida y muerte de Osiris, rey del Mundo Subterráneo. Y todo ello, procurando aportar una visión esperanzadora de la vida tras la muerte.

Insistiendo de nuevo en la señal en el centro de la frente del la obra de Antonio Gaudí, claramente se revela ser la joya de la mente. Es el llamado TERCER OJO de los hinduistas, y también está en el centro de la frente del Rostro de Montserrat, lo cual es mucho más misterioso todavía. Gaudí lo consiguió plasmar mediante la sombra que proyecta una letra "a" minúscula, de la palabra "sálvanos" escrita en la piedra de forma irregular. Es un ruego elemental en la creencia cristiana. Quizá alguien pensará que también podría simbolizar la primera letra minúscula de su nombre (Antoni), y en tal caso, la imagen descubierta por Pedro Andreu Rico sólo sería entendida como el propio rostro de Antoni Gaudí. Ello justificaría que él lo hubiese mantenido en secreto, porque hoy no se puede dudar de su gran religiosidad. No se entendería que plasmase su propio rostro, ya que Gaudí no tenía apenas vanidad, siendo famosa su gran humildad, a toda prueba. Todo lo contrario, encontró la forma de expresar un renacimiento de cada creyente, mediante una escultura, esperando que ésta fuese descubierta por una mentalidad mucho más abierta que la imperante en la sociedad que le tocó vivir.

Las enseñanzas herméticas (de las cuales la que comento es su máxima expresión), siempre han querido remitir a lo insustancial del universo, procurando distinguir lo espiritual de la materia que nos tiene prisioneros. Quizá fue ese el íntimo mensaje que el muy piadoso y sabio arquitecto catalán nos quiso desvelar.

En el enorme rostro de 10 x 5 km. que la foto de satélite me descubrió de la montaña de Montserrat, se puede discernir un mismo efecto espiritual. La señal en su frente se corresponde siempre a un punto de nuestra mente, cuyo sector se activa cuando recordamos tiempos pasados. Es un sector muy importante para la conducta humana dentro del cerebro. Por cierto, en varias personas muy enfadadas, según los motivos que tuvieron, aquel concreto punto de la frente lo he visto hundirse medio centímetro, mientras que, en cambio, en otras personas el mismo punto de la frente lo vi sobresalir del tamaño de un guisante. En ambos caso duró tan sólo un par de segundos. En la santa montaña de Cataluña, está claro que hay que integrarse en la imagen de satélite descubierta para poder enriquecernos de su espíritu. Es por tal motivo, que invito a todo el mundo a colaborar en su difusión.

Lo mismo habría pretendido, durante una década, su descubridor Pedro Andreu Rico, quien lo presentó a los responsables eclesiásticos del templo todavía en construcción como una imagen de "el Jesús invisible". Lamentablemente para todos, entonces no se dieron por enterados. Le sucedió como a mi, al presentar la cara humana de Montserrat, una vez ampliada la foto de satélite de la NASA. Ni el Patronato que administra aquel espacio natural protegido (fuese quien fuese su presidente) ni los monjes de Santa María de Montserrat, ni el Departament de Cultura de la Generalitat Catalana (que no me compraron ni un solo libro de los auto-editados). No se me ocurrió otra cosa que esperar una conducta diferente entre los políticos, a los que envié fotos y libros. Todo sería en vano, pues en ningún caso, jamás se dieron por enterados. Ahora -que ya vivimos en el año 2022-, yo los he podido comprender, porque todos han estado siempre absortos por otras prioridades. ¡Lástima!.

Vendrán mejores tiempos, tanto para el descubrimiento de Pedro Andreu Rico, como para la Cara de Montserrat, y para toda la Humanidad. Desde hace siglos, la Santa Biblia nos avisa de que "para cada cosa hay un tiempo" ("Eclesiastés"). Si observamos los desniveles del espacio, lo entendemos mejor, porque las montañas los hacen alterar diferenciándolos al máximo. Así pues, no será lo mismo sembrar en un vertedero, que en una tierra que sea fértil. Pues bien, el tiempo a veces transcurre lentamente y en otras es fugaz; y lo curioso es que en ambos casos es independiente de las agujas del reloj. Esta idea me la inspira el rostro de la Sagrada Familia, porque, encontrándose en la fachada de levante, obligará siempre a esperar la noche para llegar a descubrirlo ¿Habrá aún más sorpresas ocultas por Antoni Gaudí tras la decoración de muy imponente templo expiatorio?

Para aquellos que no acaben de creer en la intencionalidad de la escultura más fenoménica de Gaudí, les recordaré que no hay que esforzarse mucho para descubrir que tras las chimeneas de la Casa Milà (La Pedrera), en el Paseo de Gracia de Barcelona, se quiso representar unas cabezas cubiertas con gorros de guerreros futuristas. Por mi parte, y para concluir, descubriré otro perfil que Gaudí pudo haber hecho resaltar de las piedras del "Parque Güell" de Barcelona. Lo incluyo en el ángulo superior derecho de la última fotografía. Aunque hace décadas lo presenté, con todo lujo de detalles, al departamento responsable del mantenimiento de aquel parque -que visitan anualmente millones de extranjeros-, tampoco se dieron por enterados, y siguen dejando que la vegetación lo cubra por completo. Sucede lo que ya escribí más arriba: Tienen otras prioridades.

© Ramón Ramonet Riu - Barcelona. Escrito el mes de diciembre del año 2012.

Colección "REVISIÓN CULTURAL" MAIN SITE: https://revision-cultural.webnode.es

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